La vacunación de nuestras mascotas resulta fundamental para resguardar las óptimas condiciones de salud de éstas. Existen varias patologías que se presentan con una alta frecuencia en clínica y que pueden ser evitadas gracias a las vacunas.
Las vacunas para perros que habitualmente se inoculan son la Séxtuple/Óctuple (o fracciones de ellas) y la Antirrábica.
Al nacer un cachorro de una madre vacunada hace menos de un año, recibe a través del calostro anticuerpos suficientes como para combatir una enfermedad determinada. Así, si un agente infeccioso, supongamos Parvovirus, se presenta ante un cachorro de 4-5 semanas de vida, habiendo tomado éste calostro de una madre debidamente vacunada y no siendo un contacto demasiado grande, debiese resistir bastante bien un cuadro subagudo o sin manifestación alguna.
Si, por el contrario, sin presencia de enfermedad, decidimos aplicar vacunas para perros a un cachorro pequeño, con las mismas 4-5 semanas de vida, no haremos más que consumir los anticuerpos maternos, generando escasa o nula protección (no generará sus propios anticuerpos).
Por ello, no hay que confiar en personas inescrupulosas que venden o regalan cachorros de un mes de vida argumentando que tienen ya la primera vacuna. Eso no puede ser cierto y, si lo es, o tienen más de la edad que dicen o aplicaron erradamente una dosis de vacuna, generando un real riesgo en el cachorrito.
A continuación, lo que hay que saber sobre las vacunas para perros:
Vacuna Séxtuple:
La vacuna séxtuple recibe tal nombre debido a que protege contra 6 agentes infecciosos:Distémper, Parvovirus, Parainfluenza, Adenovirus II, Hepatitis Infecciosa (Adeno I) y Leptospira (2 cepas). La vacuna óctuple contiene lo mismo, pero adiciona Coronavirus y considera las dos cepas de Leptospira, por lo cual suma 8. Esa es la única diferencia entre ambas.
Esta vacuna comienza a aplicarse, habitualmente, entre las 7 u 8 semanas de vida del cachorro. Al ser la Coronavirosis una enfermedad seria y relativamente mortal en cachorros menores a las 5-6 semanas de vida y generando sólo una leve diarrea en animales más grandes, personalmente, no considero gran diferencia entre aplicar una u otra vacuna en forma regular.
Existen también fracciones de estas vacunas que mezclan dos o tres agentes, por ejemplo, Parvo-Corona; Parvo-Distémper; Parvo-Corona-Distémper… Pero como se tienden a aplicar a muy temprana edad, dada la interferencia explicada anteriormente, yo prefiero comenzar directamente con la vacuna séxtuple entre los 45 y 60 días de vida, dependiendo de la historia del cachorro y de su madre.
Luego de la dosis inicial, aplico dos reforzamientos de la misma vacuna, a fin de lograr una curva protectiva de un año de duración para la mayoría de las enfermedades incorporadas, siendo excepción la Leptospirosis, que protege aproximadamente durante 6 meses. Estas dosis se inoculan cada 21 días (3 semanas). De esta forma, un cachorro de 3 meses y medio debiese tener ya las tres dosis de su vacuna Séxtuple.
Las vacunas para perros que habitualmente se inoculan son la Séxtuple/Óctuple y la Antirrábica.
Anualmente, es necesario repetir una dosis. Esto, por toda la vida respecto de la aplicación de vacunas para perros.
Vacuna Antirrábica:
La vacuna antirrábica protege contra la mortal enfermedad llamada Rabia.
Al ser ésta una enfermedad que afecta a todos los mamíferos, constituye unazoonosis, vale decir, se puede transmitir entre diferentes especies animales, incluido el ser humano. Por ello, es obligación (por Ley) mantener a las mascotas vacunadastodos los años.
Esta vacuna se comienza a inocular desde los 5-6 meses de vida, aunque es factible aplicarla antes, pero no es estrictamente necesario. Y luego se mantiene una vez al año.
Ambas vacunas para perros se pueden programar para ser inoculadas juntas, anualmente.
Madres: Recomiendo que si tienen una perrita preñada la vacunen un poco antes de la fecha probable de parto, a fin de que le aporte anticuerpos a sus cachorros y que estos, a su vez, no corran riesgos durante la gestación. Sin embargo, es importante que la vacuna sea a virus inactivado, ya que, de no ser así, es mejor no vacunar.